Consejos para cultivar berenjena
Por lo menos para mí y muchas otras personas que conozco, la berenjena (Solanum melogena) es un cultivo esencial
Por lo menos para mí y muchas otras personas que conozco, la berenjena (Solanum melogena) es un cultivo esencial. Con su fruto puedes preparar innumerables recetas, tanto de acompañante como platillo principal. Aprendí a disfrutar de la hortaliza ya de adulta, y de ahí nació mi interés en cultivarla.
Mi madre prepara un rico guiso con berenjena, cebollas, pimiento rojo, ajo, aceite y sal, y lo cocina por varios minutos a fuego lento. Se lo puedes untar al pan, usar de aderezo en carnes o simplemente como acompañante. ¡Yo he preparado hasta tacos!
Mi mejor experiencia fue cultivando una variedad de berenjena blanca. Su fruto le hacía honor a su nombre en inglés, eggplant, pues contrario a la berenjena rosita, rayada y negra, éstas sí parecían huevos. Compré la planta en un vivero y la sembré en una maceta de barro.
Acondicioné la planta y sustrato con estiércol de pescado y estuvo produciendo por dos meses, sin parar. De una sola planta coseché alrededor de 10 berenjenas. Pero ya después de varios meses los frutos empezaron a salir más pequeños y de menor calidad. Así que la eliminé y sembré otras.
El cultivo de la berenjena, familia de las solanáceas (los tomates también pertenecen a esta familia) es muy antiguo, se remonta a más de 2,000 años y se cree que es originaria del sudeste asiático.
La berenjena entró a Europa llevada por los árabes a través de la España musulmana (quién no ha probado un Babaganush) y de ahí se extendió por todo el Mediterráneo. En un principio, ya que se desconocía cómo cocinarla, creó muchos problemas digestivos y por mucho tiempo tuvo tanta mala fama que sólo se utilizó la hortaliza como elemento decorativo. Fue traída a América por los españoles.
Si preparas semilleros, al mes y medio puedes trasplantar. En la siembra directa al terreno deja una distancia de al menos dos pies por cuatro pies entre plantas. Créeme, dependiendo la variedad, sus hojas pueden crecer bien grandes y si no permites que la planta reciba aireación puede ser una invitación para las plagas.
Puedes combinar su cultivo con hortalizas de hoja como el repollo o leguminosas como las habichuelas. En recipientes, una planta por tiesto. Siémbrale flores de marigold para ayudarte a repeler el ataque de nemátodos. Puedes cosechar entre los 80 y 100 días. Se recomienda cosechar cuando la fruta está blanda y brillosa. Si la fruta está dura y opaca está madura. Te darás cuentas que según vas cosechando la planta sigue produciendo.
Recuerda que la berenjena, aparte de mucho sol (al menos 10 horas), necesita mucho riego, sobre todo si el clima está seco.